El comienzo de un nuevo año es un momento de inicios, de reseteo y de mirar con ilusión y esperanza a los próximos meses que nos esperan y también la oportunidad perfecta para reflexionar sobre el año que ha pasado y cómo poner en marcha acciones que nos ayuden a lograr ese futuro deseado. Sin embargo, a menudo nos encontramos estableciendo propósitos que son difíciles de mantener y por tanto a la larga de cumplir lo que resulta en una desilusión temprana. Para evitar esto, es esencial fijar objetivos realistas y alcanzables. Aquí te traemos algunos consejos para hacerlo:
1. Reflexiona sobre el pasado
Antes de embarcarte en la creación de nuevos propósitos, reflexiona sobre el año que ha pasado. Analiza tus logros, desafíos y áreas en las que te gustaría mejorar y también en aquello que ha salido especialmente bien. Esto te dará una visión clara de lo que realmente quieres y necesitas en el próximo año.
2. Piensa en SMART
Los propósitos vagos como “ponerme en forma” o “ser más organizado” suelen fracasar. En su lugar, sé específico. Por ejemplo, en lugar de decir “ponerme en forma”, podrías establecer el objetivo de “hacer ejercicio durante al menos 30 minutos, cuatro días a la semana”. Cuanto más específico y medible sea tu objetivo, más fácil será seguirlo.
3. Establece metas alcanzables y prioriza propósitos
Es genial soñar en grande, pero también es crucial ser realista. Si te fijas metas que son demasiado ambiciosas o poco realistas, es probable que te frustres fácilmente. Divide tus objetivos en pasos más pequeños y alcanzables. Por ejemplo, si quieres leer más, en lugar de decir que leerás 50 libros en un año, comienza con un objetivo más realista, como leer un libro al mes.
Es posible que tengas una lista interminable de cosas que te gustaría lograr en el próximo año, pero tratar de abordarlas todas a la vez puede ser abrumador. Prioriza tus propósitos y concéntrate en aquellos que son más importantes para ti en este momento. Esto te ayudará a dedicar tu tiempo y energía de manera más efectiva.
4. Haz un plan (por escrito)
Una vez que hayas establecido tus propósitos, crea un plan detallado por escrito (ya sea en un papel o en las notas de nuestro teléfono) y no mental para que puedas volver a él y así poder medir si lo estas logrando. Esto podría incluir pasos específicos a seguir, fechas límite, recursos necesarios y cualquier otro detalle relevante. Tener un plan te mantendrá enfocado y te dará una hoja de ruta clara hacia tus metas.
5. Sé flexible y permítete fallar
A pesar de tus mejores esfuerzos, es posible que encuentres obstáculos en el camino hacia tus propósitos. No te desanimes si tropiezas o te desvías de tu plan. Sé amable contigo mismo y permite la posibilidad de ajustar tus metas según sea necesario. La flexibilidad es clave para mantener la motivación a largo plazo. La cual también se mantiene si nos permitimos celebrar cada hito o logro que alcancemos porque nos dará impulso para seguir por ese camino y recordarnos lo lejos que has llegado.
6. Prioriza el autocuidado
El autocuidado es fundamental para una buena salud física y mental. Incluye en tus propósitos acciones que promuevan tu bienestar, como fomentar relaciones saludables, dormir lo suficiente, practicar la meditación o mindfulness, dedicar tiempo a actividades recreativas que disfrutes, y mantener una alimentación balanceada. Incorporar hábitos de autocuidado en tu rutina diaria te ayudará a mantener un equilibrio saludable entre cuerpo y mente.
Establecer propósitos realistas para el nuevo año es una excelente manera de crecer y mejorar. ¡Feliz año nuevo y muchos éxitos en tus nuevos propósitos!