Tras la vuelta a la rutina diaria después de nuestras vacaciones a menudo olvidamos que la vida es un arte en sí misma y que no solo en esos días estacionales es cuando la podemos y debemos disfrutar a tope. Más allá de los compromisos y las preocupaciones del día a día, existe una esencia más profunda y significativa que se revela cuando aprendemos la importancia de tener una vida plena. En este post queremos acercarte a través de cuatro consejos las pistas para redescubrir la esencia de esta vida y disfrutar del arte de vivir.
- Conectados, sí, pero con nosotros mismos
El arte de vivir comienza con la conexión más profunda: la conexión contigo mismo. La autoconciencia es la base de una vida plena. Tómate un momento (si es posible a primera hora de la mañana antes de que todo arranque o a última hora del día) para reflexionar sobre tus pensamientos, emociones y deseos. Escucha tu voz interior y descubre quién eres realmente. Practica la meditación, el yoga o simplemente el silencio para cultivar esta relación contigo mismo. - La importancia de ser agradecidos
La gratitud es una de las claves de la esencia de una vida plena. Ser y sentirse agradecidos por lo que la vida nos ofrece como la salud o contar con relaciones significativas hacen que nuestra vida se llene de momentos pequeños pero únicos que componen las pequeñas alegrías de la vida cotidiana. Practicar el mindfulness es una buena forma de ponernos en disposición de practicar esa gratitud consciente y te ayudará a estar presente en cada momento.
- Disfrutar de las pequeñas cosas
El arte de vivir también se manifiesta en la capacidad de apreciar la belleza en los detalles cotidianos. En lugar de buscar constantemente experiencias extraordinarias, aprende a encontrar la maravilla en lo común. Observa cómo los rayos del sol iluminan las hojas de los árboles por la mañana o cómo la lluvia crea patrones en el cristal de la ventana. Practicar la apreciación de la belleza cotidiana te conecta con el presente y te permite encontrar alegría en los pequeños momentos. Es un recordatorio de que la vida está llena de asombro y que no es necesario buscarlo lejos; está justo frente a ti, esperando a ser descubierto. - Tiempo para ti
Es muy importante hacerle espacio a eso que los anglosajones llaman ‘Me Time’ que es algo así como tiempo para uno mismo para cultivar y descubrir tus pasiones y que formen parte de tus planes de vida no solo en vacaciones o como algo a hacer cuando llegue la jubilación. Es importante encontrar lo que te apasiona, formarse y disfrutar de ello. Como bien reza el Ikigai cuando sigues tu pasión, encuentras el propósito en la vida y es eso mismo lo que te impulsa a levantarte cada mañana con entusiasmo y determinación.
El arte de vivir no se trata de acumular riquezas materiales o logros externos, sino de encontrar riqueza en la experiencia misma de vivir. Requiere autoconciencia, gratitud, relaciones significativas y la búsqueda de pasiones y propósito.