Madrid en verano es sinónimo de calor, cielos despejados y una energía tranquila que solo aparece cuando la ciudad se vacía parcialmente. Pero más allá del bullicio de las terrazas del centro o los parques más conocidos, existen rincones secretos que ofrecen experiencias distintas, íntimas y sorprendentes. Espacios donde es posible refrescarse, descubrir otra cara de la ciudad y disfrutar de su arquitectura, cultura y gastronomía con calma.
Te presentamos una selección de lugares poco transitados pero llenos de encanto para aprovechar los meses estivales en la capital.
1. Jardín del Príncipe de Anglona: un oasis escondido en La Latina
Pasear por La Latina en verano puede ser una experiencia agotadora… salvo que sepas dónde refugiarte. En pleno corazón del barrio, a unos pasos de la bulliciosa plaza de la Paja, se encuentra uno de los jardines más desconocidos y encantadores de Madrid: el Jardín del Príncipe de Anglona.
Este pequeño espacio amurallado, de inspiración clásica, ofrece sombra bajo parras, bancos de piedra, fuentes que susurran y una tranquilidad insólita para su ubicación. Ideal para leer, tomar un respiro o simplemente dejarse envolver por el silencio.
2. Real Jardín Botánico de El Capricho: arte y naturaleza sin aglomeraciones
Aunque el Parque de El Retiro es el pulmón más famoso de Madrid, quienes buscan algo diferente deben poner rumbo al Parque de El Capricho, en la Alameda de Osuna. Su nombre no es casual: fue concebido como una joya estética y paisajística.
Este jardín histórico del siglo XVIII, diseñado con influencias italianas, francesas e inglesas, es una sucesión de sorpresas: templetes, laberintos, esculturas, canales y hasta un búnker de la Guerra Civil oculto bajo el terreno. En verano, su vegetación frondosa garantiza frescura y tranquilidad.
3. Atardeceres desde azoteas tranquilas
Las azoteas de Madrid se han convertido en un clásico del verano, pero algunas siguen conservando el carácter íntimo y el encanto que las diferencia del circuito turístico habitual:
- Azotea del Círculo de Bellas Artes (con entrada): aunque popular, sus dimensiones permiten encontrar rincones tranquilos, sobre todo al atardecer entre semana.
- El Viajero (La Latina): su terraza superior, rodeada de vegetación, ofrece una vista preciosa de las cúpulas madrileñas.
- La terraza del Hotel Óscar Room Mate (Chueca): con acceso limitado, es ideal para una copa al caer el sol en un ambiente más exclusivo.
4. Cine al aire libre en lugares singulares
Madrid en verano multiplica su oferta de cine al aire libre, y algunos de sus ciclos se celebran en espacios poco conocidos:
- Cine Plaza Matadero: con una programación cuidada, se celebra en una de las plazas más contemporáneas y agradables de la ciudad.
- La Casa Encendida: sus noches de cine en la azotea mezclan cultura, diseño y ambiente relajado.
- Fescinal en el Parque de la Bombilla: un clásico algo más concurrido, pero rodeado de naturaleza y con posibilidad de llevar tu picnic.
5. Bañarse sin salir de Madrid… o casi
Madrid no tiene playa, pero eso no significa renunciar al agua. Existen lugares poco conocidos para darse un chapuzón o relajarse en entornos cuidados:
- Piscina de la Fundación Canal (Plaza de Castilla): no es una piscina al uso, sino una instalación artística que permite refrescarse con estilo.
- Centro Deportivo Puerta de Hierro: cuenta con una de las piscinas más grandes de Europa y zonas verdes extensas, ideal para ir entre semana.
- Las Presillas (Rascafría): si se acepta una escapada breve, estas pozas naturales en la sierra de Madrid son el plan perfecto para un domingo diferente.
6. Mercados gastronómicos con aire fresco
Comer bien en verano en Madrid no tiene por qué implicar terrazas calurosas. Algunos mercados gastronómicos ofrecen frescor, variedad y tranquilidad:
- Platea Madrid (Colón): antiguo teatro reconvertido en espacio gastronómico con aire acondicionado y zonas amplias.
- Mercado de Chamberí: menos turístico que otros, ofrece puestos de calidad y zonas para comer sin aglomeraciones.
- Mercado de San Fernando (Lavapiés): con productos de proximidad y ambiente local, perfecto para tardes de tapeo tranquilo.