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portada / Arte / 18.03.2020

Mercado de subasta de arte al descubierto: el trabajo previo que no se ve

La existencia de las subastas se remonta a  la época de los babilonios y está ampliamente documenta a través de los escritos de Herodoto en las que hablaba de estas reuniones anuales donde las doncellas más bellas de la región eran subastadas. Este tipo de reuniones siguieron manteniéndose hasta que lo que se subastaba eran objetos de gran valor (los Reyes Católicos fueron algunos de los grandes precursores de este tipo de transacciones).

De ahí a las subastas actuales ha habido muchísimas novedades. Actualmente no es Sothebys ni Christies las casas de subastas más importantes, Internet es el mayor mercado de compra y venta de obras de arte. Pero eso no significa que se empleen métodos diferentes de los que se han usado históricamente para identificar una obra de arte única.

Subasta-arte

Las ventas anuales de arte oscilan entre 60.000 y 70.000 millones de dólares al año, y las transacciones se realizan en galerías, en ferias de arte, a través de servicios de asesoramiento y en internet.

El primer paso antes de saber qué comprar es saber que las subastas son eventos públicos lo que significa que cualquiera puede ver lo que está en oferta y elegir participar y esas personas serán las que den valor a esa obra.

El siguiente paso es hacernos con el catálogo en línea de las obras que estarán en la subasta varias semanas antes de una venta, y así ver las imágenes y aprovechar la enorme cantidad de información disponible no solo sobre precios, sino sobre la historia del trabajo y del artista.

Una vez elegida la obra que nos haya gustado, como con cualquier inversión, debes apoyarte en el asesoramiento de un experto en arte que ayude a tomar una decisión acertada (sobretodo en cuanto a arte moderno se refiere). Estos asesores pueden ser los de las casas de subastas o consultores independientes.

El siguiente paso es el más importante y exige que te pongas de pie frente a la obra de arte. Lo que te mueve en la pantalla o en un catálogo no necesariamente te moverá de la misma manera en la sala, y esta sutileza puede cambiar tu decisión. El arte no es simplemente una inversión mercantil, es una narrativa cargada de emociones desde su creación hasta su adquisición.

La motivación para adquirir una obra de arte la genera mucho más el corazón que la mente o el bolsillo. Cada pieza de arte es única, y en cualquier modelo económico, la rareza y la escasez son factores clave del precio.

Resumiendo antes de lanzarte a invertir en arte, analiza los catálogos de subastas en línea, visita las exposiciones de preventa en las casas de subastas, obtén algunos consejos y asesoría y luego haz lo que cada gran coleccionista hizo cuando comenzó: compra algo que te guste.

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